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Alcoholes desinfectantes: diferencias y aplicaciones

Alcoholes desinfectantes: diferencias y aplicaciones

Desde comienzos de la pandemia del coronavirus, se ha apelado a la aplicación de distintas medidas de autocuidado. Desde el uso de mascarillas hasta el mantenimiento de la distancia social y los encuentros al aire libre son algunas de las medidas más comunes. A ello se ha sumado el uso generalizado de alcoholes desinfectantes.

Alcohol en gel: sus orígenes y el recorrido antes del Covid-19

El alcohol desinfectante ha ganado un gran impulso a lo largo de los últimos dos años, especialmente como elemento de higiene para reducir las posibilidades de contagio de coronavirus. Sin embargo, es una herramienta que ya existía para reducir el contacto con bacterias.

En 1966, Lupe Hernández, una estudiante de enfermería de Bakersfield, en Estados Unidos, había patentado la idea de un gel a base de alcohol, debido a la falta de elementos para lavarse las manos en las instalaciones. Posteriormente y hasta 1988, el alcohol en gel se utilizaba como producto exclusivo en clínicas y hospitales. 

Años después, con la pandemia de la gripe porcina H1N1 en 2009, el producto pasó a ser muy común en todo tipo de instalaciones, a la vez que se convirtió en algo que las personas empezaban a llevar en sus bolsos. Los geles y las toallitas desinfectantes se dispararon en ventas en ese momento en sólo 6 meses y, para 2010, ya había botellitas de este producto en todas partes. 

¿Cuándo usar el alcohol en gel?

En general, se recomienda acudir al lavado de manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Sin embargo, cuando se está en la vía pública, en los medios de transporte, en oficinas u otros espacios cerrados, el alcohol en gel es una herramienta que contribuye a desinfectar las manos para evitar la propagación de virus y microbios en general. Siempre es importante que el desinfectante que se emplee cuente con un porcentaje de por lo menos el 70% de alcohol. 

Funcionamiento y usos del alcohol desinfectante para el autocuidado

Cuando hablamos de desinfectantes, estamos haciendo referencia a productos destinados particularmente a eliminar o reducir la carga microbiana o viral que se encuentra en objetos y en superficies. 

Desde el comienzo de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, además de las medidas adoptadas por los países, se han promovido distintas medidas de autocuidado para la población. El uso de alcohol desinfectante fue una de las medidas recomendadas especialmente a la hora de entrar en contacto con otros o de ingresar en espacios cerrados. De esa forma, el alcohol desinfectante ha pasado a ser un aliado de los establecimientos comerciales y de los espacios de concentración de personas en general.

El uso se recomienda luego de tocar objetos como manillas, máquinas de pago, pasamanos; también luego de estar en contacto con puertas o con distintos elementos que hayan podido ser tocados por otras personas. De esa manera, se reduce la posibilidad de propagar virus y bacterias, incluyendo el coronavirus. 

¿Cuál es la forma correcta de utilizar el alcohol en gel?

Entendiendo la importancia de estos elementos de higiene para la prevención del contagio del coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha formulado distintas recomendaciones para la correcta desinfección de manos con alcohol en gel. Ello, entendiendo que el alcohol es capaz de eliminar el 99,99% de las bacterias en un minuto, siendo también un muy efectivo fungicida y viricida. 

Las recomendaciones de la OMS indican:

  • Aplicar el producto en la palma de la mano en cantidades adecuadas. 
  • Frotar las manos entre sí sin dejar ninguna superficie sin frotar con la sustancia. 
  • Continuar refregando el producto por la totalidad de las manos hasta que estas se perciban secas. 

Certificaciones de calidad del alcohol en gel 

El Departamento de Salud Ambiental del Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) lleva a cabo funciones relacionadas con el registro de los diferentes productos que se ofrecen como pesticidas y desinfectantes, tanto de uso sanitario como doméstico y que están sujetos a control sanitario. De acuerdo a la normativa sanitaria vigente en el país, es obligatorio el registro de estos productos de manera previa a su comercialización y uso. Este registro es lo que permite asegurar a los usuarios que los productos cumplen con la función para la que se comercializan y que no representan riesgos para su salud. 

A lo largo de las medidas implementadas para el control de contagios del coronavirus, se han destacado la limpieza y la desinfección, tanto de manos como de superficies y de áreas contaminadas. Esto ha representado un considerable aumento en el uso de productos desinfectantes, tanto dentro de los hogares como en distintas instituciones, organizaciones y espacios, tanto públicos como privados. Esta necesidad ha llevado a que se lleve a cabo un trabajo especial en las autorizaciones para el uso de sanitizantes y desinfectantes para mantener la disponibilidad de estos productos en el mercado, asegurando su calidad y eficacia. 

Entre los años 2019 y 2020, el ISP de Chile ha recibido un total de 566 solicitudes de registro de productos sanitizantes y desinfectantes. Se otorgó un registro a 270 productos, de los cuales un 38,1% correspondieron al año 2019 y un 61,9% al año 2020 donde, además, se registraron 57 autorizaciones excepcionales como consecuencia de la emergencia sanitaria.

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