Parámetros saludables para la ventilación domiciliaria

Uno de los principales cambios sociales del siglo pasado es que, basado en la ciencia, se resolvieron variadas problemáticas en el campo de la salud y la calidad de vida. Así fue como se introdujeron vacunas y antídotos que ayudaron a la erradicación de enfermedades e infecciones. En este marco, fue que a principios de 1900 comenzó a hablarse de la importancia de la calidad del aire interior, considerando que se alcanzaron niveles de desarrollo que volvieron la vida hacia los espacios interiores.

En la actualidad, el monitoreo de la calidad del aire en el espacio público es información que se encuentra disponible permanentemente, tanto de parte de los medios como de las autoridades. Sin embargo, esto no está disponible para espacios privados, principalmente dado que las prácticas de descontaminación ambiental se encuentran profundamente arraigadas en la sociedad. Pero, ¿qué pasa cuando hablamos de lugares públicos potencialmente contaminados donde es difícil ventilar?

“Los contaminantes en el hogar pueden provocar irritación de las vías respiratorias, aumentando las mucosas nasales y conjuntivales, favoreciendo la descompensación de las patologías respiratorias o cardíacas en aquellos pacientes que la padecen, por ejemplo, quienes sufren de asma o enfisema”

Es por ello que se recomienda tener control sobre la ventilación de los espacios interiores, abriendo espacios durante al menos 15 minutos por hora, y donde no sea posible, tener un dispositivo de control de la calidad del aire interior, como nuestro sensor de CO2 ambiental, que nos permita hacer un break cuando este se sature.