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Desfibriladores en Chile: Uso, Legislación y Relevancia en Emergencias Cardíacas

Desfibriladores en Chile: Uso, Legislación y Relevancia en Emergencias Cardíacas

Un desfibrilador es un dispositivo médico esencial diseñado para tratar arritmias cardíacas potencialmente letales, como la fibrilación ventricular y la taquicardia ventricular sin pulso. Estos dispositivos funcionan enviando una descarga eléctrica al corazón, con el objetivo de restablecer un ritmo cardíaco normal y eficiente.

Los desfibriladores automáticos externos (DEA) son portátiles y están diseñados para ser utilizados por personas sin formación médica avanzada. Estos DEA son comúnmente encontrados en lugares públicos como aeropuertos, centros comerciales y gimnasios, y su diseño intuitivo permite que cualquier transeúnte pueda operarlos en caso de emergencia.

El funcionamiento de un DEA es sencillo pero altamente tecnológico. Al encender el dispositivo, este guía al usuario a través de instrucciones verbales y visuales. El primer paso es colocar los parches adhesivos que detectan la actividad eléctrica del corazón en el pecho de la persona afectada. Una vez colocados, el DEA analiza automáticamente el ritmo cardíaco y determina si es necesario administrar una descarga. Si es así, el dispositivo prepara la descarga eléctrica y comunica al usuario que se aleje del paciente, asegurando que nadie esté en contacto con este durante la administración de la terapia.

La importancia de los DEA en situaciones de paro cardíaco es incuestionable. En momentos críticos, la rápida respuesta con un desfibrilador puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Estadísticas muestran que la intervención temprana con un DEA puede aumentar significativamente las tasas de supervivencia en casos de paro cardíaco súbito.

En Chile, la Ley N° 21.156 establece que ciertos lugares públicos y privados deben estar equipados con DEA y personal capacitado para su uso. Dentro de las especificaciones generales se encuentran:

  • Lugares públicos o privados con capacidad para igual o más a 1000 personas.
  • Establecimientos educacionales con matrícula igual o superior a 500 estudiantes.
  • Establecimientos que presten servicios de hospedaje con igual o superior a 20 habitaciones.
  • Centro de atención de salud con carga de ocupación igual o superior a 250 personas.

En definitiva, cualquier lugar público o privado donde haya gran afluencia de personas deberá contar con un desfibrilador.

Esto es parte de un esfuerzo mayor para mejorar las respuestas a emergencias médicas y aumentar las tasas de supervivencia en casos de paro cardíaco. Además, la Cruz Roja Chilena ofrece capacitaciones en primeros auxilios y uso de DEA, enfatizando la necesidad de que más personas estén preparadas para actuar en estas emergencias.

La preparación y el equipamiento adecuado son cruciales, y es esencial que tanto las instituciones como los individuos comprendan sus derechos y responsabilidades en situaciones de emergencia médica.

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